Se me cae un ídolo, sin embargo, cuando leo lo siguiente:
La US Navy gasta 7,5 billones de dólares en partes que no necesita.
Sí sí, 7.500 millones de dólares para comprar cosas que no hacen falta.
Fiel a su tradición de poner luz en las tinieblas de la selva de números militares, la GAO sacó un reporte que dice que entre 2004 y 2007, con presupuestos militares excedidos por la guerra en Irak, la US Navy malgastó ese dinero al comprar demasiadas piezas de repuesto, "suficientes (según el informe) para satisfacer varios años, e incluso décadas, de necesidades anticipadas de repuestos".
Y aunque gente del Departamento de Defensa contrastó esto con otros estudios que dicen que solo sobra el 10% de ese stock de reservas, lo cierto es que se detectaron compras absurdas de material que ya no es necesario.
Un ejemplo lo constituyen 13.852 álabes de turbinas para los F-18, valuados en 3.6 millones de dólares, que ya no se usan como repuesto (supongo que serán para los modelos anteriores al Super Hornet, pero la fuente no lo aclara). Otro ejemplo es la compra de sonares y módulos electrónicos que tienen casi 20 años de antiguedad y que por supuesto no se pueden usar ya que son totalmente obsoletos.
Por si esto fuera poco, el costo de almacenamiento y mantenimiento de estos, a veces, delicados componentes sigue sumando: se calcula que se gastan 18 millones de dólares extra al año, según el reporte. La GAO es contundente al afirmar que la US Navy mantiene unos 19.000 millones de dólares en partes de repuesto de reserva cada año.
En un país jaqueado por la mayor deuda de toda su historia, alguien sigue sumando mal las cuentas.
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