lunes, junio 25, 2007

El nacimiento de un sueño

Hace ya casi 7 años comencé a dedicarme a una afición que nunca pensé que me llevaría a aprender tanto. Hace ya casi 7 años nacía Casus Belli.

Siempre me habían interesado las máquinas de guerra y trataba de leer y mirar todo lo que tuviera que ver con ellas, la guerra y la historia en general, dejando de lado, por así decirlo, las cuestiones políticas y a veces morales (sobre las cuales iba formando una opinión aparte). Cuando mi familia consiguió un acceso limitado a Internet, hacia finales del siglo XX, me di cuenta de que allí había un gran potencial para aprender. Ya podía dejar de buscar solamente en libros y revistas de segunda mano, en películas o documentales (si es que teníamos televisión por cable con canales interesantes). Ahora podía mantenerme más al tanto de todo lo que pasaba... y de todo lo que había pasado.

Al poco tiempo fue notando un patrón: todos los sitios que encontraba estaban en inglés. Yo me manejaba relativamente bien con el idioma, y de hecho aprendí muchas expresiones técnicas y no tan técnicas de esa manera. Pero además de leer, a mí siempre me gustó escribir, preguntar, investigar. Poco a poco fue surgiendo una idea: crear una página sobre armamento, un pasatiempo de lectura e investigación que luego creara algo que otros pudieran explorar y del cual pudieran aprender lo poco que yo sabía.

Casus Belli surgió así, de manera bastante rudimentaria, en un servidor gratuito. Al tiempo, cambió de servidor, y luego de nuevo. Casi perdí la cuenta ya; pero lo importante es que fui aprendiendo valiosas lecciones con cada caída del servicio, cada cambio de objetivos, cada reseteo de la parte gráfica. No es raro ahora que Casus Belli tenga tantas secciones, algunas menores y algunas mucho mayores; cada una refleja un anhelo, un determinado objetivo, el ansia de responder determinadas preguntas (propias o ajenas).

Durante mucho tiempo consideré, de manera bastante egocéntrica, que Casus Belli era el mejor sitio sobre tecnología militar en castellano (y así lo ponía en el título, lo cual no deja de avergonzarme un poco todavía). Es cierto que por un buen rato, creo que fue el único; y si fue uno de los mejores, fue más que nada porque los demás eran pocos, y también eran de calidad.

Con el tiempo fueron surgiendo otros sitios, algunos generales como este, otros enfocados en ciertos períodos históricos. Conozco muchos de ellos y puedo decir que son excelentes, y realmente me da gusto "competir" con ellos, en el buen sentido. En ese contexto, el objetivo general de Casus Belli ha cambiado radicalmente, ya que hay muchos lugares para que el internauta común pueda informarse de ciertos temas, y sobre todo, mantenerse informado y compartir su afición e interés.

Pero a pesar de todo, el anhelo, las ganas de trabajar en este proyecto siguen estando. Como suele suceder, a veces ha decrecido, incluso hasta el punto de pensar en abandonar; pero ahora con ya 7 años de experiencia, sigue resurgiendo mes a mes, y en gran medida gracias al aporte material y anímico de muchos visitantes, asiduos y ocasionales.

Con motivo de estos 7 años de vida iré poniendo a disposición del público una serie de artículos monográficos, con un enfoque particularmente divulgativo, ya que veo que muchos de los visitantes no son aficionados a la historia militar y no tienen porqué saber algunos temas que para el resto son "básicos". Espero que les resulten interesantes.

Gracias una vez más a todos por su apoyo, críticas y comentarios bien intencionados.

martes, junio 19, 2007

De himnos y banderas

Los argentinos tenemos dos particularidades (sí, dos más, y van...): tenemos Monumento e Himno a nuestra Bandera Nacional.

Del monumento hablaré dentro de poco; de nuestro himno a la bandera, me basta contar una anécdota que recién escuché de boca de nuestros ilustre tenor José Cura (rosarino como yo). Allá por 1906, se estrenó una ópera en donde existía una aria en particular: el tenor la cantaba a la bandera argentina, dentro de la historia, y envuelto en dicha insignia. Fue tanta la emoción que el público pidió que la repitiera, y al hacerlo el tenor, la gente escuchó de pie. A partir de ese momento se la adoptó como himno, a pesar de no haber sido pensada de esa manera; de hecho, como bien contaba José Cura, es bastante difícil de cantar (si lo sabremos los argentinos) porque tiene muchas variaciones entre bajos y agudos.

Ese himno que tiene tantas anécdotas... Cura ejemplificó, creo que perfectamente, lo que pienso sobre algunos temas (ver cuestión Malvinas e ingleses) con otra anécdota. Él cantó muchas veces este himno, la Aurora, en todas partes del mundo, enorgulleciéndose de él. En Inglaterra, ante 45.000 ingleses, tuvo la hombría de bien de comentarle a la audiencia que quería hacerlo no solamente por ser él argentino, sino como gesto de reconciliación, de dejar en el pasado lo que está ya en el pasado. Y según cuenta, mientras él lo cantaba, las 45.000 personas se pusieron de pie, con una mano en el corazón, como si fuera su propio himno. Creo que aquello lo dice todo.

Y del Monumento a la Bandera, ¿qué puedo decir? Es un orgullo para nosotros. Uno la anécdota de Cura a las mías, y recuerdo cuando en la primaria y secundaria, a eso de las 7 de la mañana (generalmente temblando de frío), izábamos la insignia del mástil mientras cantábamos su himno. Me enteré más adelante que eso no se hace en otros países, y como siempre, me llama un poco la atención. Creo que es un gesto de buen patriotismo para nuestros hijos e hijas, haga frío o calor, el honrar a nuestro mayor símbolo patrio.

Hace 50 años, el 20 de junio de 1957, se inauguraba el Monumento, en el lugar en donde el general Belgrano enarboló por primera vez la Bandera Argentina. El Monumento se venía proyectando desde 1898; en una constante demostración de la naturaleza argentina, los sucesivos gobiernos lo habían demorado más y más. Pero finalmente lo tuvimos, y es hermoso. A partir de ahora, con las reformas y las nuevas luces (se inauguran hoy), será todavía más hermoso.

Mañana cumple 50 años; y la ciudad, como siempre, festeja tirando la casa por la ventana. Como no tenemos fecha de fundación, es algo que nos compensa. Todos los años hay desfiles cívico-militares y muchas actividadades culturales; las de este año han sido todavía mayores y más espectaculares.

De más está decir que me siento orgulloso y muy emocionado de poder vivir este momento, y aunque no pude asistir a muchas de estas celebraciones, las de hoy y mañana no pienso perdermelas.

Dice José Cura, que ahora vive en España, que cuando uno está en Argentina, canta el Himno Nacional bajito, con vergüenza (y es un himno difícil de atinarle a los tonos, hay que reconocerlo) y mira la bandera como si no estuviera ahí. Pero cuando está uno afuera por mucho tiempo, mira la bandera o escucha el Himno y se emociona. No dudo que a mí me pasaría.

domingo, junio 17, 2007

La caza al Octubre Rojo (1990)

Hace un tiempo vi el DVD en un estante de ofertas y no pude resistirme. Compré primer otra película, pero lo tuve en mente y cuando tuve algo más de dinero (no era mucho de todas maneras) volví y compré la película.

En la tapa dice que es una edición de coleccionista; de eso solamente tiene el trailer y las entrevistas a la tripulación, digo a los responsables de film :D No es que sea mala, pero por eso solo yo no diría que es solamente para coleccionistas. La película vale por sí sola, y así la hubiera comprado incluso sin ningún extra.

Esta tarde o mañana la veré, pero ya me divertí mucho con algunas de las anécdotas que cuentan. Realmente una película para tener en cuenta y mirar de nuevo, un clásico de la Guerra Fría.

lunes, junio 11, 2007

The Fog of War (2003)

Ganador de un Oscar como Mejor Documental, este largometraje de 95 minutos pinta, en entrevistas, material de archivo, audios nunca escuchados y mucho más, la historia de Robert McNamara, pieza clave de parte de la guerra de Vietnam (como Secretario de Defensa estadounidense) y también de parte de las estrategias de la Segunda Guerra Mundial.

Muchas veces me crucé con ese nombre en libros sobre la historia de Vietnam. Sin embargo, como me pasa con muchos nombres, no me focalicé en él. Por mucho tiempo lo mío fue la Segunda Guerra Mundial, y para cuando cambié un poco el enfoque y pasé a Vietnam (todavía no termino de leer todo lo que tengo sobre el conflicto) comenzó a interesarme algunas de sus acciones.

Un día como cualquiera encendí la televisión y allí estaba él hablando de sus orígenes, de sus días en el colegio... y no pude dejar de mirar. Tenemos a un hombre controvertido, lúcido, evidentemente brillante, relatándonos cómo aprendió sus 11 lecciones sobre la guerra (aprendidas en Vietnam, pero aplicables en general a todas):

1 - Empatiza con tu enemigo
2 - La racionalidad no nos salvará
3 - Hay algo más allá de nosotros mismos
4 - Maximiza la eficiencia
5 - La proporcionalidad debe ser una guía en toda guerra
6 - Consigue los datos
7 - La creencia y el ver están muchas veces equivocados
8 - Prepárate para reexaminar tus razonamientos
9 - Para poder hacer el bien, puede ser que tengas que hacer el mal
10 - Nunca digas nunca
11 - No puedes cambiar la naturaleza humana

Como pueden verse, sencillas, y sin embargo aparentemente tan difíciles de seguir... La primera y la última creo que son las que más me hacen pensar y marcan cuestiones que yo tengo en mente desde hace ya un buen tiempo.

Las anécdotas son muchas, pero sobresalen algunas, como las de la lección 2, que muestra que pueden existir países dispuestos a inmolarse en una guerra nuclear, durante la Guerra Fría. McNamara cuenta cómo el mundo se salvó por los pelos en varias ocasiones de cocinarse en fuego radioactivo. Y sin embargo, al salvarse tal vez pasaron cosas peores...

Decir más sería gastar las teclas inútilmente: los invito a verlo, porque sinceramente es algo imperdible, que muchos deberían ver, no solamente por gusto o interés, sino dentro de universidades y otras instituciones académicas. Sobre todo teniendo en cuenta cómo (en mi opinión) los temas militares y político-militares son bastante excluidos de las aulas.

En Argentina, puede verselo cada tanto en el canal de cable I-Sat, aunque desconozco si en otros países algún canal lo pasa (deberían). Y si no, siempre están los DVDs.

Artículo en Internet Movie DataBase
http://www.imdb.com/title/tt0317910/

Artículo en Wikipedia (en inglés); detalla las principales lecciones y ejes del documental
http://en.wikipedia.org/wiki/The_fog_of_war