Me había retrasado en reseñar El Graf Spee en el mar, de Kiel a Punta del Este, el cual terminé de leer hace unos días.
Sin embargo hoy el asunto tomó otro color, cuando en el cementerio alemán la Chacarita, en Buenos Aires, detuvieron a 26 skinheads que pretendían hacerle un mal homenaje al comandante Hans Langsdorff, exhibiendo svásticas y dando proclamas antisemitas.
Por si fuera poco ensuciar la memoria de un valiente militar alemán, que no era nazi y siempre cumplió todos los preceptos, escritos y tácitos, de la guerra en el mar, y se preocupó por igual de prisioneros y tripulantes, nuevamente algunos estúpidos medios argentinos lo llamaron "jerarca nazi" sin siquiera documentarse. Aquí doy el enlace a la noticia de Clarín, que dio los datos crudos, pero escuché al menos un canal (creo que era América) en el que así lo mencionaban.
La verdad, una pena.
Desde aquí la "pequeña" corrección. Uno puede llegar a cuestionar la participación de muchos alemanes honestos en la obsesión de Hitler, pero de ahí a decir que todos fueron nazis, hay un gran trecho. Uno que, lamentablemente, los ciegos medios argentinos no pueden ver. Ya se les hizo costumbre escribir con los ojos cerrados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario