El pueblo de este país no parece haber comprendido todavía que, en los alemanes, tenemos un enemigo cuyas virtudes (pues así hay que llamarlas) de obediencia y patriotismo son, en general, superiores a las nuestras. Yo tengo, en esta guerra, un ardiente resentimiento personal contra ese rubicundo pequeño ignorante de Adolf Hitler, por arruinar, pervertir, malversar y tornar para siempre maldito ese noble espíritu nórdico, una suprema contribución a Europa que siempre he amado e intentado mostrar en su verdadero esplendor.
J. R. R. Tolkien, 1941, citado en J. R. R. Tolkien, una biografía,
de Humphrey Carpenter, Minotauro, 2008, página 215
de Humphrey Carpenter, Minotauro, 2008, página 215
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