Uno de las operaciones más desastrosas que llevaron a cabo los aliados durante la Segunda Guerra Mundial, el desembarco de Dieppe, fue decidido ¡por un subteniente! Luego de decenas de reuniones secretas, los altos mandos de todas las fuerzas de tierra, aire y mar se reunieron nuevamente a dar el OK definitivo a la operación, el primer desembarco a gran escala de la guerra. Sin embargo, al no ponerse de acuerdo, dejaron el manos del subteniente Ronald Bell la decisión. Siendo un oficial meteorólogo, Bell solamente pudo decir: "En mi opinión, el buen tiempo reinará en la zona del Canal".
Sus superiores tomaron eso como una buena señal y dieron el visto bueno a la operación. Lamentablemente para la causa aliada, el subteniente se equivocó. Pero peor que el clima fue el resultado de las operaciones militares, que fueron desastrosas. Costaron valiosos hombres y material a los aliados en un desembarco inútil que tuvo que ser abortado.
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