En Vietnam, tanto los estadounidenses como las tropas comunistas locales tenían un enemigo en común: la selva y la fauna local. De las 133 serpientes que pueblan la zona, 131 eran venenosas. Ni qué decir de los tigres, de los cocodrilos que infestaban las aguas, y un largo etcétera.
Otro problema a combatir eran los insectos. Estos no sólo podían transmitir enfermedades, sino que también molestaban y debilitaban a los soldados. Combatirlos se convirtió en una gran prioridad de las tropas estadounidenses en el campo. Esto se facilitó en parte cuando descubrieron que las granadas de humo verde (y sólo las de este color) los espantaban, y rápidamente estas granadas se hicieron sumamente populares. Este detalle puede apreciarse a veces en las fotografías de los transportes de personal.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario