lunes, agosto 31, 2009

Ingenio a toda costa

Luego del cruce de los Alpes, Aníbal fue engañado por sus guías y cayó en una trampa tendida por los romanos, quedando acorralado en un valle cuyas únicas salidas estaban controladas por los ejércitos de Roma. Lo que podría hacer sido una masacre y una espantosa derrota fue convertida por el famoso estratega en una aplastante victoria. En medio de la oscuridad de la noche, soltó en las montañas a 2.000 vacunos con antorchas encendidas atadas a los cuernos. Los romanos, al ver la estampida de semejante manada de bestias infernales, huyeron aterrorizados y le dejaron libre el paso a Aníbal.

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