A principios de la
Segunda Guerra Mundial, unas de las principales tareas de la
RAF era la de lanzar octavillas de propaganda sobre
Alemania, que instaban al pueblo a derrocar el régimen nazi de
Hitler y rendirse a los
Aliados. Pero curiosamente, cuando un sencillo ciudadano británico pidió ver una de las octavillas, le dijeron que no era posible por razones de seguridad, "pues la información alli contenida podría caer en manos del enemigo".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario